PLAZA JUNTO AL MERCAT DEL NINOT
PROYECTO FINALISTA DE LOS PREMIOS LLEDÓ DE ARQUITECTURA IBÉRICA
año: 2013-2016
situación: Barcelona, Eixample, esquina c/ Casanova y Provença
promotor: público, BIM/SA Barcelona d’Infraestructures Municipals
constructora: Constraula
superficie: 990 m²
fotografía: LeA atelier, Tomás Escrivá, Alex Baijet, LinjianiYu + Yiyun Ye
publicado en: Premios Lledó Arquitectura Ibérica, Divisare english version, revista On Diseño, web On Diseño english version, World-Architects, archello, vivero Sala Graupera, Guia Global Arquitectura Contemporánea, Landscape First, Atlas on-line , Premio Internacional de Paisaje Rosa Barba, Catálogo Bienal Paisaje,
La propuesta pretende sensibilizar sobre los procesos ecológicos naturales que nunca proporcionan una fotografía fija, sino más bien un paisaje en constante cambio, invitando al usuario a reflexionar en el marco del espacio público.
Detrás de las vallas que encerraban este solar, un vacío urbano sin uso, descubrimos un espacio tomado por la naturaleza. Un prado alto de vegetación espontánea crecía entre las trazas de los muros de cimentación del derribado Cuartel de Bomberos: Una imagen muy potente de re-naturalización urbana que inspiró la estrategia general del proyecto.
El proyecto reinterpreta estas antiguas trazas a ras de suelo de la edificación que ocupaba el solar, proponiendo un recorrido “campo a través” entre un prado de gramíneas de diferentes estratos, texturas, formas, colores, que proporcionan un paisaje cíclico.
Trabajamos con la vegetación como generadora de espacio, creando visuales, pantallas y una selección de especies que ofrece una secuencia de floraciones escalonadas.
Pone en valor la memoria del lugar y se apoya en estas trazas para organizar un mosaico de teselas vivas e inertes con un intencionado énfasis en la vegetación en el centro de Barcelona, donde escasean los espacios verdes.
En coherencia con el presupuesto limitado y la filosofía de sostenibilidad ambiental, potenciamos la reutilización. Así, se combinan bancos de obra con sillas recuperadas, árboles trasplantados afectados por obras en la ciudad y un pavimento de hormigón drenante que contribuye a la permeabilización urbana y la recarga de acuíferos.
El diseño se aleja así de la estandarización que encontramos habitualmente en el diseño de los espacios públicos, tan impermeables, grises y repetitivos.
Con la idea de traer el campo a pleno centro de la ciudad, se proyecta una plaza-jardín viva, a través de la cual hacer una lectura del paso del tiempo, de las estaciones , y llegar a ver el paisaje como cíclico.